Por Liliana Ortiz
Desde los últimos días de marzo, Ceres o Deméter terminó tu tránsito por Acuario e hizo su ingreso al signo de Piscis, que como sabemos es el encargado de hacer la síntesis de lo vivido y cerrar el tránsito que este asteroide había comenzado el 16 de abril del año 2016. Para comenzar uno nuevo ciclo ( ingreso a Aries) el día 21 de febrero del año 2021.
Avanzó hasta el grado 12 de Piscis, y el día 8 de julio comenzó a retroceder hasta el 18 de octubre. Desandará lo recorrido entre el final de marzo y ese día de julio, así como todo lo vivido y experimentado desde abril del 2016, pues luego ya ingresa a Aries. En su retroceso vuelve a los últimos grados de Acuario para retomar su tránsito por el signo de Piscis.
Este tránsito en directo( este año)nos saco de nuestra rutina cotidiana y en las formas personales e individuales que cada uno vislumbraba su futuro o porvenir, hacia las aguas profundas del olvido y la disolución, y al mismo tiempo nos aventuraba a un nuevo viaje hacia el mundo interno o interior, a abrirnos a la aceptación del desafío de una nueva forma de dimensionarnos, una nueva forma de plantear la salida personal hacia lo social mayor y las formas de pensarnos de aquí en adelante. Nos reseteo hacia simbolizar nuestras vidas, preparándonos hacia un nuevo amanecer. Aprender a adaptarnos a nuevas realidades, reinventarnos, volver a reconectarnos con nuestras honduras y profundidades.
Ceres desde ese año 2016 y ahí en adelante nos sumergió de alguna manera a cada uno en un nuevo viaje hacia la interioridad. Nos arranco de cuajo en donde estábamos y con quien estábamos nos sumergió así como Hades rapto a la Koré, hacia crecer de las ingenuidades que necesitaban crecer, de las dependencias de las que había que salir.
Ahora estamos terminando de revisar el corto tiempo de marzo a julio, y el tiempo completo de abril 2016 a octubre 2020.
Nutrición, alimento, destilar los dolores de este tiempo en el que el ego fue arrebatado y llevado al submundo para crecer, proceso iniciático.
Si las pérdidas y los dolores llevaron al enojo y con este estado emocional sostenido sobrevino una vivencia de sentirse seco o árido, es tiempo de entregar con Piscis esa aridez, sequedad. Restablecer la humedad necesaria para volver nuestra interioridad permeable, fértil para nuevamente volver a florecer a partir de febrero del año 2021.
Donde comenzarán nuevos aprendizajes iniciáticos para poder dar cuenta del empoderamiento del despertar de la consciencia, que las ingenuidades dependientes nos llevan a dormirnos.o emocional sostenido sobrevino una vivencia de sentirse vo una o fue arrebatado y llevado al submundo para crecer, inicaticamen
VENUS NEPTUNO, VENUS RETRÓGRADO, VENUS DIRECTO.
por LILIANA ORTIZ
Venus conjunción Neptuno. 27enero 2020
Venus retrógrado. 13 mayo 2020
Venus Directo. 25 de junio 2020
Venus destraba retrogradación 31 julio 2020.
Los tres planetas transpersonales operan juntos, Urano abre la mente a las nuevas posibilidades, Neptuno las plasma sintiéndolas, se vuelven una realidad (vaya paradoja) y Plutón lleva a cabo las profundas transformaciones.
Actúan generando una marcada urgencia a escuchar los latidos profundos de nuestra interioridad y del planeta Tierra, uno muy chiquito dentro del gran concierto cósmico, al que le urge depurarse de tanta toxicidad a la que la humanidad en su conjunto la somete.
La realidad es que toda la humanidad, se está enfrentando a la trascendencia que está accionando en el plano terrestre, a través de un llamado a la solidaridad cósmica.
Plutón hace rato está en Capricornio y desde que ingreso está regido por Saturno. Plutón en su largo tránsito por el signo, recibirá la información de Saturno que en sus sucesivos ingresos a los signos le irá marcando por donde irán las transformaciones, desde Virgo, Libra, Escorpio, Sagitario, ahora Capricornio, un poco Acuario. Recién al final del 2020 Saturno ingresa a Acuario y será parte de la transformación que Plutón realizará por tres años, luego Piscis hasta que Plutón ingrese a Acuario.
Neptuno en tránsito entro en su domicilio en el año 2012, ya sin volver a Acuario, se disposita a si mismo.
Urano hizo su ingreso pleno a Tauro en marzo del 2019, de ahí en más dependerá de la información, que le esté transmitiendo, los tránsitos de Venus su planeta regente.
La conjunción de Saturno/Plutón que se hizo en enero 2020, trae un nuevo desafío de cambio de paradigma a la humanidad, Urano está dialogando con ellos en ese ángulo de 105º al que llame cuatrino, como posibilidad de un desdoblamiento y un despertar de consciencia a poder mirar y ver la vida desde un ángulo superior o transcendente, la salida del ego para observar con el desapego del SER, de los esencial. Es realizar la observación desde la otra orilla.
La conjunción de Saturno, Plutón en Capricornio traerá a nuestra humanidad, la caída de grandes estructuras de poder, el político, el religioso, el económico etc., que veremos en los próximos 30 años. Seremos testigos fieles de la gran transformación. Todo aquel o aquello que concentraba egocéntricamente poder, se enfrentará a la soledad más absoluta sino se abre a los nuevos tiempos. Es tiempo de gran realización trascendente social, los rasgos más inhumanos, y feroces pueden estar quedando al descubierto para abrirnos a una nueva dimensión de lo social. Una humanización de lo personal en pos de una inclusión diferenciada social.
Urano en Tauro hará lo propio abriendo a la urgencia interior de salir de los surcos estereotipados, a la realidad de las necesidades arraigadas como necesarias, y la forma de manejarse con la realidad material, abrirá la mente a crear nuevos caminos o surcos donde establecer la consciencia de sí. Nuevas formas de encarar lo económico y el reconocimiento de nuevas necesidades y valores sociales, vinculares y humanos.
A partir de que Urano ingreso a Tauro ( sin volver a Aries), el estará recibiendo la información del planeta Venus. En abril del año 2019, el día 10 de abril Venus llego a la conjunción con Neptuno, inicio de un nuevo tiempo en ese diálogo planetario. Ese tiempo terminó el día 27 de enero del año 2020, cuando Venus llego nuevamente a Neptuno, terminando el ciclo anterior y comenzando uno nuevo.
Concluyo que en este momento estos tres planetas están operando fuertemente a través de la disolución necesaria para el cambio, a través de la incertidumbre de las necesidades, valores, la obligación a estar atentos al presente, al aquí y ahora, a sentir que todas las estructuras y las formas establecidas como seguras se están desmoronando, a llevar a cabo el cambio porque lo estamos viviendo en carne propia, a disolver el egocentrismo, el poder del ego personal que está y opera en el mundo, sin conectarse con el mundo. A una posibilidad de cómo individuos que se despiertan por el aislamiento social a darse cuenta de cuan cerrados y mal centrados estaban.
La conjunción de Venus y Neptuno, del año 2019 trajo el coronavirus, detectado en noviembre 2019 y manifestado externamente en diciembre, y reconocido mundialmente en enero. En el momento en que es detectado, Venus en tránsito estaba en Sagitario en cuadratura menguante a Neptuno. Interesante es observar que esa cuadratura es Venus llegando a la fase X de la conjunción. Se lleva a cabo, se realiza lo que la conjunción traía como mensaje, todos juntos, mezclados y perdidos en una realidad confundida, situación que no iba a quedar local, pues Venus estaba en Sagitario, con Júpiter todavía en el signo, trayendo la expansión que se proyectaría en el extranjero, mas la globalización representada por los transpersonales y Urano que nos abre a la consciencia de la matrix o la aldea global. Lo social, las relaciones, los vínculos, las necesidades, los recursos, los valores, iniciando un nuevo tiempo de disolución y apertura a un tiempo de nueva consciencia social, amorosa y humana, la compasión y la solidaridad, el cuidado de uno y del otro, la solidaridad cósmica, contra el egoísmo a ultranza generado por la ignorancia y los miedos del ego separado de todo, encerrado en su propia isla, de ser islas en medio de la nada.
La humanidad en general operaría un cambio, es enfrentada a sus comodidades, a su zona de confort, y a su aparente seguridad, por algo tan sutil, tan nada material, ni concreto, por aquello que se filtra como un gas toxico, que no se percibe, que es inodoro, que es intangible, que entra por los contactos (vínculos Venus), que queda en las superficies concretas Tauro, a la espera de seguir contagiando en esta red invisible donde se mueve, Neptuno y Venus en Piscis. Ese virus, esa infección sutil, e intangible, con origen tan difuso y poco claro. Esa sutilidad, esa permeabilidad ingresando en forma invisible por las zonas receptivas del cuerpo.En enero 2020, se habló mucho de la conjunción de Saturno y Plutón, pero invisiblemente, sutilmente, subrepticiamente se producía la conjunción de Venus con Neptuno, que como es un planeta armónico con su octava superior, la armonía y el amor universal como posibilidad cierta de apertura mientras dure el tránsito de Urano por Tauro, en cada nueva conjunción de Venus, el regente, en el signo de su exaltación con Neptuno en domicilio en Piscis, nos irá abriendo paulatinamente a esa posibilidad de ser realmente HUMANOS, de estar realizando nuestra posibilidad de humanidad.
El día 27 de enero 2020, a las 17:00:30 hora oficial argentina. GMT= 20:00:30 se realizó la segunda conjunción de Venus con Neptuno, la primera fue en abril del 2019, (creo que se entiende que es desde que Urano está en Tauro, sin volver a Aries).
Esta carta para Buenos Aires, Argentina, tiene ASC en Géminis a 21º47’. Venus y Neptuno en conjunción en la casa IX, a 16º56’ de Piscis, haciendo cuadratura partil a Marte a 16º 33’ de Sagitario.
Es un año interesante, porque Venus entra en la sombra de su retrogradación el 9 de abril. Su retroceso será entre el 13 de mayo y el 25 de junio. Su recorrido será del 9 de abril al 13 de mayo hace desde el grado 5 al 21 de Géminis.
El 13 de mayo retrocede desde el 21º hasta el 5º de Géminis el día 25 de junio. Este día cambia su marcha a directa, avanzando nuevamente desde el grado 5 hasta llegar a final de julio al 21º de Géminis, termina así su ciclo de retrogradación.
Si prestamos atención es el tránsito de Venus por la casa XII de la conjunción de Venus Neptuno, regente de la casa IV y la casa XI. Los fines y comienzos, y los proyectos y la visión del futuro próximo o lejano, quedan de momento es un compas de espera, en un tiempo de disolver, traerá todos los temas del encierro, de la cuarentena, de las incertidumbres con respecto al futuro y la economía.
En enero cuando comienza esta carta, nos encontrábamos mirando hacia el extranjero IX, de donde venían la información y las imágenes de lo que allá lejos estaba aconteciendo.
El 19/20 de marzo, cuando Marte hace conjunción a Júpiter en el mismo grado en que se había hecho el encuentro Saturno/Plutón a 22º de Capricornio, la Argentina decreta la cuarentena. El grado 22 Capricornio hace aspecto a el ASC de esta carta, quincuncio menguante se asume la crisis, el cambio, se actúa y se lleva a cabo el cambio.
En su marcha directa deberemos prestar a tención a los días en que Venus desde la casa XII haga cuadratura a su posición y se opone a Marte, al día 26 de abril y días de alrededor. Luego ya retrogrado, pasa nuevamente por el grado 16 de Géminis, el 29 de mayo y días de alrededor. El 22, 23,24 de julio ya directo vuelve por tercera vez a hacer aspecto a Marte por oposición y a Venus Neptuno por cuadratura.
En el final del mes de julio para Argentina el planeta Venus sale de la casa XII de la carta de la conjunción con Neptuno e ingresa al ASC de esta carta.
Interesante será ver que la conjunción Saturno/ Plutón tiene el ASC a 1º de Tauro con Urano en conjunción.
Que la carta de la conjunción de Júpiter/ Saturno en el mes de diciembre del 2020 también tiene el ASC a 1º de Tauro, claro para la Argentina, y específicamente para Buenos Aires. La carta de la puesta en marcha directa de Venus a 5º de Géminis también tiene un Asc en Tauro y en conjunción partil a Urano.
El día 5/5/20 a las 2:45 hora oficial de Argentina, los Nodos de la Luna cambiaron al eje de signos de Géminis/ Sagitario, su tránsito será desde ese día hasta el 18/1/22. Nodo Norte Géminis, Nodo sur Sagitario.
Cambio de tiempos, vivencias y experiencias. El ingreso al nuevo signo lo hizo con un ASC en el signo de Piscis, Sol en Tauro y Luna en Libra, formando un dedo de Dios con vértice en la Luna en Libra en la casa VIII. Es vislumbrar un nuevo futuro, es la entrega receptiva, aunque de momento incierta (ASC en Piscis, sextil menguante a Sol) hacia el dar forma y encontrar nuevos modelos mentales de organizar la vida diaria (Sol en casa III, regente de casa VI), el trabajo, y la relación con nuestro cuerpo y la salud. Es el fin de modelos y esquemas de pensamientos para iniciar nuevas formas de pensar, tendremos que ser fieles observadores de las situaciones difusas, engañosas, inciertas debido a que Venus, regente del Sol, se encuentra en cuadratura al planeta Neptuno en el ASC. Los nuevos modelos vinculares, la transformación de lo individual vía una nueva forma de vinculación y de relacionarse socialmente, sin perder de vista la libertad individual.
Los primeros 6 meses hasta noviembre, se verá el despojarse de lo más central de uno y el propio ego hacia ese vislumbrar y fluir en libertad hacia nuevas formas de vinculación. Hacia el final de octubre y noviembre, observar con mucha objetividad el nuevo molde que se estará manifestando, de los cambios, las ideas, la comunicación pero aprendiendo a unir la mente lógica con la escucha sutil y receptiva al decir del otro, o la posible no claridad individual en la manifestación de las ideas, el eje nodal estará cerrando una T cuadrada con Venus y Neptuno, punto de salida la objetividad y claridad meridiana de Virgo para tomar distancia de la posibilidad de engaños o autoengaños, o las incertidumbres sociales, económicas, vinculares.
Desde noviembre hasta julio 2021, las relaciones personales estarán en foco de nuevo modelo o molde, sin perder de vista lo propio lo más personal, el punto medio del equilibrio de Géminis, todavía aprendiendo a estar más tiempo adentro, cambiando la relación con lo externo, hasta finales de marzo, primeros días de abril del 2021. Se podrá observar que si bien el Nodo cambio a Géminis, nuevos aires, un mayor desapego a lo vivido con la energía de Cáncer, lo cierto es que para la carta de Buenos Aires, ese Nodo todavía está relacionado con el signo de Cáncer hasta abril del 2021, debido a su tránsito por la casa IV del ingreso.
Desde julio 2021 hasta enero 2022, el Nodo recorrerá el primer decanato de Géminis, habiendo ya entrado a la casa III, abrirse a la escucha, ser flexibles y adaptables, permeables a la recepción de las ideas, permitir que las propias verdades puedan ser revisadas, ampliadas por la inclusión de otras formas de pensamientos. Es el tiempo de trabajar en asegurar las propias ideas y la propia visión pudiendo acrecentarlas con la mirada de los otros.
Pero se deberá escuchar con oído atento, pues la verdad y la mentira será lo que aflorará para ser concientizada, esto ya no sólo para Buenos Aires o Argentina sino a nivel general para todo el planeta. Que es verdad, que es mentira. Cuando se habla con la palabra cierta del corazón o cuando se lo hace desde la cabeza y el control o la distorsión del propio criterio u opinión dependiendo de las propias ideas o creencias o ideologías. Ser conscientes que lo que aparece afuera es lo que se tiene adentro, y que la disociación afuera es efecto de cómo se puede estar altamente disociada el Ego del Alma. Lo que se piensa de lo que se siente.
La carta presenta diversos aspectos de cuatrino, que al cerrarse forman el puente de cuatrino.
ASC-Luna quincuncio ambos en cuatrino al vértice que es el Nodo Norte.
Sol-Luna en quincuncio ambos en cuatrino cuyo vértice es la conjunción Júpiter, Palas y Saturno.
Nodo Norte en quincuncio a Palas/Saturno forman un puente de cuatrino con la Luna, siendo ésta el vértice.
Estamos ante un nuevo tiempo de una gran posibilidad de vislumbrar ese nuevo futuro y poder fluir hacia el. Es tiempo de gran limpieza del ego y su control vía la mente de la realidad externa. Esos aspectos nos dan la posibilidad de despertar a la realidad interna del Alma y su otra forma de ver la vida.
Este tiempo para todo el planeta Tierra, es la posibilidad de Realizar en lo interno, en lo profundo la consciencia de nuestro doble origen, el terrestre y el celeste.
Liliana Ortiz
Parte Primera
No siempre encontramos cartas donde la persona cuenta en su experiencia de vida con el aspecto llamado Dedo de Dios.
Puede una persona no nacer con este aspecto y se le puede formar en algún año en una revolución solar; en un mes en una revolución lunar; en un determinado período en los planetas progresados por algunos de los sistemas que tenemos para ver progresiones planetarias. Entonces en ese tiempo sea cual fuere, prestaremos especial atención a ese tiempo.
Ahora cuando en una carta no hay este aspecto compuesto, podemos hacer Dedos de Dios simbólicos, partiendo del Ascendente, del Sol, la Luna o el planeta que se quisiera comprender más profundamente.
Todos los signos tienen otros signos, que le hacen un simbólico Dedo de Dios. Cada signo tiene a otros dos signos que cumplen fases de dicho signo, siempre hay uno en fase de sexta y otro en fase de octava.
Por analogías con el zodíaco fijo, la sexta posición es de Virgo, llamada también en fase de sexta y la octava es de Escorpio, llamado en fase de ocho. La función de Virgo será la de limpiar, depurar, separar aquello que nutre y sirve de lo que no, diferenciar, hacer catarsis. La función de Escorpio es la de transformar para morir y renacer. La fase octava o de ocho, es por donde uno va a morir y renacer tantas veces sea necesario y en los distintos planos o cuerpos, hasta la transición final del cuerpo. Por donde se produce la transfiguración, transmutación de lo personal, muerte del ego diferenciado. De esta manera lo podemos ver como una transformación volitiva.
En estos simbólicos Dedos de Dios tenemos que:
El Fuego depura (fase de 6) Tierra y se transforma (fase de 8) con Agua.
El Aire depura (fase de 6) Agua y se transforma (fase de 8) con Tierra.
El Agua depura (fase de 6) Fuego y se transforma (fase de 8) con Aire.
La Tierra depura (fase de 6) Aire y se transforma n(fase de 8) con Fuego.
El signo de Aries tiene a Virgo en función 6, primer quincuncio y a Escorpio en función 8, quincuncio menguante.
El signo de Tauro tiene a Libra en función 6, como primer quincuncio y a Sagitario en función 8, quincuncio menguante, el de transformación.
El signo de Géminis tiene a Escorpio como depuración, primer quincuncio en función de 6 y a Capricornio como transformación, segundo quincuncio en función o fase de 8.
El signo de Cáncer tiene a Sagitario en fase de 6, primer quincuncio y se transforma con Acuario, la fase 8, el quincuncio menguante.
El signo de Leo depura a Capricornio que esta como fase 6 o primer quincuncio y se transforma con Piscis, signo en fase 8 para Leo. El signo de Virgo depura Acuario quincuncio de función 6 y se transforma con Aries, el signo que cumple la fase 8, quincuncio menguante.
El signo de Libra depura Piscis, fase de 6 y se transforma con Tauro, fase de 8.
El signo de Escorpio depura Aries fase de 6 y se transforma con Géminis, fase de 8.
El signo de Sagitario depura Tauro fase de 6 y se transforma con Cáncer fase de 8.
El signo de Capricornio depura Géminis fase de 6 y se transforma con Leo, fase de 8.
El signo de Acuario depura Cáncer, fase de 6 y se transforma con Virgo, fase de 8.
El signo de Piscis depura Leo, fase de 6 y se transforma con Libra, fase de 8.
El zodíaco es un círculo, en la vida se producen círculos en espiral desplegándose en infinidad de planos evolutivos. Lo que Aries comienza en un ciclo lo termina Piscis, y así como lo comprendemos en el zodiaco genérico o fijo, lo mismo hacemos o aplicamos con todos los signos.
Es decir, Piscis es el que disuelve lo que Aries comenzó esto es lo que vemos energéticamente en el zodíaco fijo, pero para un vértice o foco de inicio Pisciano, Acuario será el signo que le cumple la función o fase de 12, de la disolución.
Trabajar con un simbólico Dedo de Dios es comprender por ejemplo
Para los signos mutables es:
Ej.:
-Ascendente o Sol en Piscis
Tiene a Leo en la cúspide de casa seis y a Libra en la cúspide de la casa octava. Virgo es el signo de oposición y punto medio de la base de sextil entre Leo y Libra.
Como se habrá podido observar, la gente con este Ascendente tiene (entre otras) mucho orgullo, soberbia, sentimiento de élite, (aunque parezca difícil de creer). Son los casos más notables de ver como la vida los baja del caballo.
Se transforman cuando incorporan a los otros o una nueva visión de la vincularidad, o interacción recíproca con el signo de Libra.
El porque Libra los transforma es sencillo de verificar: o se funden con los otros y se pierden, con lo cual no hay vínculo, o viven evadiendo la vincularidad.
Entonces los ascendentes en Piscis marcan una diferencia cuando realmente se transforman con los vínculos, interaccionando con otros. Si la limpieza del ego se produjo correctamente, si el transitar por el signo de la oposición que es el punto medio de la base de textil, la personalidad logro separar y discriminar, diferenciar, seleccionar, acomodar cada cosa en su lugar sin las sabidas mezclas piscianas, entonces vendrá Libra en fase de 8 para Piscis y se transformara con los vínculos.
-Ascendente o Sol en Géminis:
Escorpio en la casa 6ta, es decir en fase de 6 y Capricornio en la casa 8va fase de 8. Sagitario es el signo de punto medio de la base de sextil entre Escorpio y Capricornio. Dos signos de poder son los que hacen el Dedo de Dios simbólico de Géminis Es muy clara la tendencia de Géminis a ser voraz, que todo lo quiere saber, conocer y controlar mentalmente; preguntón, curioso y deseoso de saber hasta lo más profundo del proceso del otro. El arquetipo del mago. Con el poder que Géminis tiene en el verbo y en su capacidad mental. Limpiar las pulsiones inconscientes de inmiscuirse en la vida ajena, de controlar, limpiar las emociones contenidas en el proceso mental, el ansia de dominar aunque este recubierta por la civilizada capa del Aire.
Capricornio desde la casa 8va actúa como la transformación, es cuando empieza a asumir la responsabilidad por sus acciones, puede comprometerse, con sus objetivos de vida y realizarse en el plano material. El compromiso y la responsabilidad hacen la transformación y el crecimiento de Géminis ascendiendo. Cuando está activa la función de Capricornio para Géminis, este signo empieza a asumir compromiso puede crecer. Puede dejar de estar en todos lados para no estar en ninguno.
Puede por haber pasado por el signo de la oposición comprender que el camino es uno, que sus dos pies en vez de caminar y estar en muchos caminos deben estar en uno solo para poder en ese camino incluir la multiplicidad que más anhelan.
-Ascendente o Sol en Virgo
El signo de Acuario es el que cumple la fase de 6 y, Aries el que le hace el quincuncio menguante en función o fase de 8. Piscis es el signo de la oposición, y punto medio de la base del sextil entre Acuario y Aries.
También Virgo debe depurar su orgullo espiritual, su excesivo espíritu critico, exigente y perfeccionista dado por Acuario en su base de sextil, Acuario es para Virgo la limpieza necesaria para poder cumplir su función en la red social, para sentirse parte de la red, para limpiar su insociabilidad, de tanto separar y discriminar y diferenciar se desconecta de la red (la tierra siempre necesita al Aire) Libra es para Virgo su fase 2. Las concreciones de la Tierra están referidas a la vincularidad. Depurar inclusive el exceso de racionalidad, el exceso de proceso mental racional y lógico que lo lleva a paralizar la acción o por lo menos a demorarla hasta que este “perfecta”.
Aries es para Virgo su posibilidad de transformación en la acción, de poder sacar el impulso, el deseo. El fuego es para la Tierra (y viceversa) su función inferior, aquella parte que tiene mas atrofiada. Entonces esta tierra virginiana se transforma pudiendo soltarse más a lo que surja espontáneamente de su interior, dejando salir más su intuición, incluyendo al espíritu para perfeccionar la experiencia terrestre. La profunda transformación de su yo, pudiendo reconocer conscientemente y poder accionar consecuentemente, el ansia de poder. ¿Quién esta tan seguro de sí, como para ser un crítico implacable de todas las imperfecciones de la naturaleza humana, y al mismo tiempo sentirse el felpudo de los otros?? Que paradoja fantástica. Este signo que luego de depurar sus excesos de superioridad debe incluir a los otros, sentirlos poder sentirse una parte dentro del océano cósmico de la vida universal, entregarse, ceder el control en el signo opuesto de Piscis, para que Aries de a la experiencia Virginiana la muerte, cambio y transformación por entregar la cabeza, la profunda transformación por la confianza en el propio ego y la confianza en la expresión espontánea de si mismo.
-Ascendente o Sol en Sagitario
El signo de Tauro es el que cumple para este signo la fase de 6 y es el signo de Cáncer el que hace la fase de 8. Géminis es el signo opuesto y el que es el punto medio de la base de sextil representado por Tauro – Cáncer.
El foco o vértice (del Dedo de Dios) puesto en Sagitario tanto sea de un ascendente o del Sol, nos da un signo de Tauro cumpliendo para él la función 6. Nos dice que ese vértice tiene que limpiar y depurar las conductas inerciales y cómodas o la ley del mínimo esfuerzo por el que es tan conocido el signo de sagitario. Las tendencias del fuego de sagitario que arderá con su máxima posibilidad si realmente suelta, limpia y depura las conductas excesivas con los goces de los sentidos de la vida material tanto en lo sexual, como en comidas y bebidas quedándose adherido al sentido de la vida en la vida material, perdiendo el sentido tras las formas que es el propósito que viene a desarrollar, pierde la fe, y se vuelve un escéptico, un ser adherido a un montón de rituales en el mundo de la forma pero con la perdida total del sentido profundo que da vida a la forma, un burgués. Separando lo que sirve de lo que no si debe aprende de Tauro a valorar el cuerpo, cuidar la herramienta, valorar la cotidianeidad. Géminis es el signo opuesto, al incluir esta energía Sagitario crece por la posibilidad de poder pensar en múltiples posibilidades, de relativizar sus verdades absolutas por poder escuchar la verdad de otros, la duda de sus verdades, el poder ponerse en el lugar del otro etc. Luego Cáncer en la fase de 8 lo llevara a la profunda transformación por el sentimiento, cuando Sagitario puede incluir al otro en el pensamiento o en lo mental y luego sentirlo con Cáncer pudiendo humanizarse, cuando el fuego se transforma con el signo de agua que le hace fase de 8 se humaniza, luego se mueren sus fanatismos y los aspectos mas partidarios o sectarios. El agua humaniza al fuego.
Continuará con los signos cardinales y fijos.
El Dedo de Dios o YOD es el aspecto compuesto, en triángulo que forman 3 o más planetas, ubicados dos de ellos (o más) en una base de 60°, aspecto llamado sextil, y cada uno de los extremos de este sextil distan 150° de uno o más planetas ubicado(s) en lo que es el vértice del triángulo que se forma.
Esos dos aspectos de 150° son llamados quinconce o quincuncio.
La letra hebrea YOD, simboliza el comienzo primero de las cosas, que significa la mano de Dios o el espíritu inmanente guiando al Alma en su camino de evolución. En el árbol de la vida, de la Cábala judía, está representado en el sendero que une Thipereth con Chesed, el nexo entre el Cristo interno con la Norma, la Ley, el Plan Cósmico.
El aspecto compuesto llamado el Dedo de Dios, es entonces, el dedo que marca el sendero hacia la toma de consciencia. Se dice de este aspecto, que una vez activado por tránsitos, progresiones etc., en la persona se produce tal proceso de transformación que muere y renace a un nuevo estadio de su ser que esperaba para nacer. Nunca más vuelve a ser la misma que era antes de la activación del Yod. Nuevos contenidos guardados en el inconsciente emergen. Profundamente catártico es el Dedo de Dios.
En Astrología, sabemos que los aspectos (interacciones angulares de los planetas, diálogo en continuo movimiento) se van desenvolviendo a partir del 0° de Aries, con la conjunción; luego el grado 30 llamado el semisextil o 0° de Tauro; luego el ángulo de 45° o grado 15 de Tauro, o semicuadratura, y así sucesivamente se van sucediendo todos los restantes ángulos hasta llegar al 0° de Aries nuevamente.
Cada uno de los aspectos marca estados y procesos de la consciencia entre los Arquetipos planetarios involucrados. Los aspectos son etapas de la consciencia, que dan características.
El zodíaco, de esta forma, es visto como el círculo que el Alma tiene que recorrer, tantas veces sean necesarias para el desarrollo de la Consciencia Individual. El despertar a la Realidad Esencial Interior, elevarse del plano de la Necesidad, trascender las formas y manejar creativamente sus circunstancias. El Zodíaco es el camino de aprendizaje del Ego o pequeño yo, donde arranca como niño recién nacido en Aries, para llegar al último estadio en el signo de Piscis y poder decir Padre hágase TU voluntad y no la mía, tuya es la gloria, mi fuerza y poder están a tu servicio.
Aries (simbólicamente la chispa o Alma encarnada) va cumpliendo diferentes etapas en el desarrollo de la madurez del Yo, cuando llega a Virgo, se llega al primer quincuncio o aspecto de 150°, y dada la naturaleza de Virgo, este estadio representa el tiempo de limpiar, depurar y de hacer catarsis, donde simbólicamente el Ser se abre a la consciencia del Cristo Interno (representado por Virgo). Aquí es donde se busca hacer una síntesis y unir el cuerpo con el espíritu, limpiando o depurando los rasgos del ego, aquellas cuestiones que se tengan que depurar o limpiar, para ir al encuentro de Dios o lo superior.
En el aspecto de quincuncio menguante, o el quincuncio de vuelta, es decir, cuando los aspectos pasaron ya por el aspecto de oposición, este aspecto de 150° lo forma el 0° de Escorpio, se realiza la muerte del apego único de la consciencia al plano material, deseos personales, etc. con lo cual Aries se transforma y transfigura desde lo puramente personal, egoico o egocéntrico, se trasciende una forma para alcanzar otra más sutil. Tenemos, entonces, dos ángulos de 150° pero con significación diferente, los primeros 150° desde el vértice del triángulo y en el sentido de los signos del zodíaco, por su relación con el signo de Virgo es aquello que está en proceso de limpieza y catársis, ascesis y purificación, aquello que hay que separar y discriminar. Puede estar relacionado con el cuerpo. Los segundos 150°, que en realidad desde el vértice del triángulo y en el sentido de los signos del zodíaco, son 210°, son de transformación, por tener analogía con Escorpio.
Cuando en una carta hay quincuncios, para detectar si son de limpieza o de transformación, vemos las velocidades relativas de los planetas involucrados en el aspecto. Cuando el planeta más rápido está antes del signo que hace oposición al más lento, este aspecto es de función Virgo. Cuando el planeta más rápido está 30° pasados del signo de oposición al más lento, es de función Escorpio.
Cuando en una carta hay el aspecto compuesto llamado Dedo de Dios, tenemos los dos aspectos y cada uno de ellos con la función correspondiente, no importando las velocidades relativas de los mismos.
Por Ej. Saturno en el vértice en el grado 15 de Aries, Urano en el grado 15 de Virgo, haciendo sextil a Mercurio en el grado 15 de Escorpio. Si se toma sólo el quincuncio Saturno -Urano es de función Escorpio, porque (Saturno) está pasado 30° del punto de oposición al más lento Urano. Pero como es un aspecto de los llamados compuestos, se interpreta la configuración completa de ellos. Se puede diferenciar la base del sextil, es decir si el sextil es creciente la es función Géminis o menguante entonces la energía que expresa es la de Acuario. El sextil siempre es un aspecto mental, pero con características diferentes.
Cuando hay Dedo de Dios en una carta natal, la persona se va a ver impelida por las circunstancias o situaciones de su devenir -en un determinado momento-, a trascender lo bajo, impuro (que pueden ser sus inseguridades, dudas, etc.) y morir y renacer transformado. Por eso, siempre se dice que una vez que el YOD se activó en una carta, la persona nunca más vuelve a ser la misma. En el YOD se interpreta los planetas involucrados, los signos y las casas donde los planetas están presentes. Como así también entran en el proceso de transformación las casas regidas por los planetas involucrados en el YOD.
Continuación…
Aquello que este gran símbolo que se está formando en el Cosmos nos trae es la posibilidad de “trascender resolviendo la integración de los opuestos”.
Esto está dado por el aspecto de oposición que termina conformando la gran estrella de 6 puntas. Observamos y hacemos observar que el aspecto compuesto tiene una forma más externa vinculante, fluyente, armoniosa que funciona como una gran malla de sostén, potenciando las armonías y dinamizándolas, para poder sostener una forma interna que es más rotunda, conflictiva y tensa. Los aspectos que ha nuestra mirada tienen más peso en esta configuración son las oposiciones debido a que este aspecto astrológico es un aspecto mayor, como los trígonos. En su contundencia son más fuertes las oposiciones que los trígonos. En este caso vemos que los sextiles potencian a los trígonos porque los unen, los encadenan, aportándole una dinámica que quizás el trígono no tiene porque es un aspecto más laxo. Los sextiles al encadenar a los trígonos sellan uniendo estas armonías para que sirvan de medios para trascender las oposiciones.
Y la oposición es siempre aquello en sombra, aquello que todavía cada uno de los seres humanos encarnados no tiene integrado en su circuito como propio.
Por eso considero el momento como una gran posibilidad de integrar aquello todavía en sombra que está proyectado en 1 o varias personas o actitudes de vida, que muestran los aspectos disociados.
El aspecto armónico de 60º y de 120º dan la posibilidad de sentir confianza en que el Cosmos o la totalidad crearon una malla de contención que nos sostiene, da seguridad y confianza para enfrentar la gran lucha interna.
Las oposiciones que componen y terminan el aspecto están operando por debajo de las formas, por adentro, pasan por el centro del mandala conectando con la esencia, lo esencial, el Ser.
Atravesar la sombra conscientemente o ser atravesados por lo inconsciente, no es igual, aunque lleva al mismo puerto. Nuestra Alma tiene como vocación y promesa y memoria el Todo del cual es parte, sólo traspasando la frontera de lo que creemos está afuera y no es de nosotros nos reuniremos en la y con la totalidad que somos.
Filosóficamente todo muy lindo, pero el aspecto disocia o asocia, integra o desintegra, será la responsabilidad de cada uno que esto nos sirva para ser cada vez más inclusivos e íntegros o cada vez más disociados cada vez más divididos y separados, y quizás peleando con aquello no integrado.
Por más difícil, feo, duro y que sea lo que se vea afuera la tarea es hacerle frente a eso para traerlo a la luz de nuestra consciencia. Afuera no sólo está lo feo no visto o reconocido en uno también esta la luz y la consciencia que se le percibe al otro que tampoco puede estar reconocida como propia.
Resumen: gran posibilidad si cada uno de nosotros trabajamos internamente con aquello con lo que cada uno está luchando, entonces se trascenderá. Estas configuraciones cósmicas nos traen posibilidades, no traen certezas que eso será así, porque el cosmos no regala nada que uno no se lo haya ganado con su trabajo interno.
Este símbolo representa el “compromiso voluntario” del Ser para consigo mismo.
Antiquísimo símbolo de la tradición esotérica, de la alquimia, presente en todos los textos herméticos de la antigüedad. Llamada también Estrella de David o Magen David.
Este hexagrama representa la unión de los dos mundos Espíritu y Materia; irracional/ inconsciente y racional consciente; Macrocosmos/ Universo y Microcosmos/ Hombre, etc.
En Astrología esta estrella está formada por planetas que se ubican unos de otros con ángulos de 60º o aspecto menor llamado Sextil, cerrando de esta manera el círculo con la figura del hexágono; estos sextiles se unen en grupos de a tres formando trígonos o aspecto mayor de 120º, se cierran así dos triángulos equiláteros superpuestos, donde el vértice de un triángulo se opone al vértice del otro. Y así entra en escena el tercer aspecto que compone este aspecto astrológico compuesto que es el aspecto de 180º llamado oposición.
Los planetas que están formando el gran Triángulo de Agua y el gran triángulo de Tierra que están superpuestos, fluyen en su propio plano en el cual se manifiestan armónicamente, dialogan entendiéndose cada uno de que habla porque están en el mismo plano de manifestación y su armonía se completa en que los planetas activan los 3 ritmos accionar, condensar, distribuir.
Los sextiles son los aspectos que funcionan activamente en armonía y en su función de ser los que unen los dos planos, los dos triángulos. Sellan los dos mundo, con esta “función de sellado, encadenan” esos dos planos de manifestación trayendo las posibilidades, las opciones, los recursos en lo mental para trabajar lo que en lo más profundo este símbolo que se forma en el Cosmos nos trae en la Tierra.
Comienza tu viaje hacia el autoconocimiento y la sabiduría cósmica.
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